Ibagué sigue en la cúspide del desempleo. Cada vez que hacen reconteo, si no somos reina, somos virreina o al menos de primera princesa no bajamos. Es que conseguir trabajo en Ibagué es doblemente complicado, porque no solo hay que prepararse sino además conseguir padrino político: un tutor que haga carta de recomendación o “pegue la llamadita” a dar el “espaldarazo” a ese insigne seguidor y conseguidor de voticos. Por eso los profesionales de Ibagué deben o arrodillársele al político de turno para que les consigan un empleo de baja remuneración, o en el mejor de los casos, en algo que no fue lo que estudió, pero “en tiempo de guerra cualquier hueco es trinchera- decía mi abuelo-”. Quienes no están de acuerdo prefieren irse a buscar futuro en otra ciudad, incluso otro país, dejando atrás su vida y su ciudad, y así sigue el éxodo, la masiva fuga de cerebros… y se nota que se han ido bastantes cerebros si vemos los que nos quedaron gobernando. Entre otras cosas; ahora están de mo
Blog de Gustavo Pérez