Ibagué sigue en la cúspide
del desempleo. Cada vez que hacen reconteo, si no somos reina, somos virreina o
al menos de primera princesa no bajamos. Es que conseguir trabajo en Ibagué es
doblemente complicado, porque no solo hay que prepararse sino además conseguir
padrino político: un tutor que haga carta de recomendación o “pegue la
llamadita” a dar el “espaldarazo” a ese insigne seguidor y conseguidor de
voticos.
Por eso los profesionales de
Ibagué deben o arrodillársele al político de turno para que les consigan un
empleo de baja remuneración, o en el mejor de los casos, en algo que no fue lo
que estudió, pero “en tiempo de guerra cualquier hueco es trinchera- decía mi
abuelo-”. Quienes no están de acuerdo prefieren irse a buscar futuro en otra
ciudad, incluso otro país, dejando atrás su vida y su ciudad, y así sigue el
éxodo, la masiva fuga de cerebros… y se
nota que se han ido bastantes cerebros si vemos los que nos quedaron
gobernando.
Entre otras cosas; ahora
están de moda las carreras atléticas por cualquier motivo y las razones
abundan: hace poco nos sorprendieron con
una carrera de amor por Ibagué donde el amor costaba diez mil pesitos, en una
ciudad de desempleados (pues bien dirían que vaya el que tenga plata y empleo, o
alguna de las dos); y de nuevo a los 15 días otra por los heridos en combate a
causa de las minas antipersonal, y así sucesivamente, lo que desafora en nosotros el amor por las
carreras y las “selfies” que abundan en las redes sociales.
Por eso mi propuesta es una
carrera para evitar que los profesionales se vayan de Ibagué, la llamaremos
“Corre por tu puesto” y será apoteósica.
Cobraremos 50 mil pesitos de inscripción
(para estampillas y gastos de representación)....
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