El don que pervive Jairo Maestre era sin duda el peor : Sin interés por la escuela, despistado, con la ropa arrugada, siempre despeinado, uno de esos chicos del colegio de cara impasible, mirada inexpresiva, fría y distraída. Cuando la Señorita Marlene le hablaba, Jairo siempre respondía con monosílabos. Poco atractivo, sin motivación y actitud distante, no resultaba fácil quererlo. Si bien su maestra decía que quería a todos los de la clase por igual, en su interior no era totalmente sincera. Cada vez que corregía los trabajos de Jairo, experimentaba cierto placer perverso poniendo una X al lado de las respuestas incorrectas y, cuando ponía I en la parte superior de la hoja, siempre lo hacía con elegancia. Debería haberlo pensado un poco más; tenía el Boletín de Conducta de Jairo y sabía más sobre él de lo que quería admitir. El Boletín decía: 1er. Grado: Jairo promete en su trabajo y su actitud, pero tiene una mala situación familiar. 2do. Grado: Jairo podría dar más. La madre está...
Blog de Gustavo Pérez