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Avalancha de microcuentos, de Gustavo Pérez

Avalancha De Microcuentos



Sin culpa

El abogado que defendió a Caín probó su inocencia, al demostrar que en el momento de cometer el ilícito, aún no se penalizaba la pena de muerte.

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Ciego

-Qué le dirías a un hombre ciego que te pregunta: ¿De qué color es el cielo?
-No sé, tal vez: Deje de preocuparse por esas pendejadas.

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Luz

El director de teatro le dijo a sus actores:
-Al salir al escenario, busquen la luz.
A los 5 minutos hubo un suicidio colectivo.

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Duda

-Amor, ¿Por qué cada vez que me ves, ya no sonríes?
-Porque tu cara ya no me es familiar- dijo ella mientras se alejaba, dándole la espalda.

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Pecado original

-Padre, he matado un perro con unas gotas de cianuro que le quité a mi hermanito, mientras buscaba verterlas en el jugo que le iba a llevar a mi padre, pero luego corregí lo que hice apuñalando a mi padre.
-Qué pecado tan original, hijo.

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Sin fin

Caminé durante días esperando verte, pero aún no paro de caminar porque no te has cruzado conmigo.

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¿Qué?

El perro tropezó con la pata de la lora, cuando veía por la ventana al oso pidiendo limosna en el basurero del bosque, mientras el lobo, armado de una cantimplora, le llevaba una bocanada de humo a su madre.


Gustavo Pérez

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