En esta turbulenta semana de grandes cambios socio económicos donde el temblor del volcán machín batió los cimientos de un gran numero de pirámides, empresas que dicen no serlo como DMG, de la bolsa en Colombia del precio del arroz, en fin hasta en el ejercito se sintió el sismo con la salida de una gran parte de la cúpula militar.
Sismo que sacudió las entrañas de un poco transparente sistema social que a diario culpa al gobierno de turno de su miseria, que se deleita hablando pestes de las fuerzas publicas y es feliz batiéndose en el fango de su miserableza culpando a otros de su desventura, la basura en las calles no es culpa del infeliz que pasa y la tira sino de la entidad recolectora que no hace limpieza inmediata, los habitantes viven haciendo poda indiscriminada del bosque nativo y los deslizamientos de tierra son culpa del gobierno, rechazamos ofertas de empleo porque todos queremos puesto de gerentes y la culpa del desempleo es culpa del presidente.
Así mismo pasa con las pirámides millones de falsos incautos y digo falsos cayeron de nuevo en la trampa de entidades captadoras de dinero dándoselas de vivos y audaces creyendo que iban a solucionar su vida sin trabajar ni preocuparse empeñando sus pocos bienes para ir a entregarlos a una entidad que no tiene garantía alguna. Es algo tan bobo como entregar su dinero a un hombre que en la buseta le promete devolverle el doble en la noche en la puerta de su casa ¿usted lo haría?, lo más probable es que no, entonces como hace para ir a llevarla a una pirámide, eso no es ser incauto es ser… en fin. “Primero se acaba la lavaza que los marranos”
Pero como en este país del sagrado corazón todo puede pasar mientras unos lloran otros cantan se celebro con gusto la coronación de la nueva reina de la belleza colombiana, y mientras los indígenas caucanos caminan en minga hacia Bogotá aguantando el crudo invierno que esta azotando hasta el estrato seis en Medellín, los buenos blancos de clase alta payanesa celebran el triunfo de su reina.
Sismo que sacudió las entrañas de un poco transparente sistema social que a diario culpa al gobierno de turno de su miseria, que se deleita hablando pestes de las fuerzas publicas y es feliz batiéndose en el fango de su miserableza culpando a otros de su desventura, la basura en las calles no es culpa del infeliz que pasa y la tira sino de la entidad recolectora que no hace limpieza inmediata, los habitantes viven haciendo poda indiscriminada del bosque nativo y los deslizamientos de tierra son culpa del gobierno, rechazamos ofertas de empleo porque todos queremos puesto de gerentes y la culpa del desempleo es culpa del presidente.
Así mismo pasa con las pirámides millones de falsos incautos y digo falsos cayeron de nuevo en la trampa de entidades captadoras de dinero dándoselas de vivos y audaces creyendo que iban a solucionar su vida sin trabajar ni preocuparse empeñando sus pocos bienes para ir a entregarlos a una entidad que no tiene garantía alguna. Es algo tan bobo como entregar su dinero a un hombre que en la buseta le promete devolverle el doble en la noche en la puerta de su casa ¿usted lo haría?, lo más probable es que no, entonces como hace para ir a llevarla a una pirámide, eso no es ser incauto es ser… en fin. “Primero se acaba la lavaza que los marranos”
Pero como en este país del sagrado corazón todo puede pasar mientras unos lloran otros cantan se celebro con gusto la coronación de la nueva reina de la belleza colombiana, y mientras los indígenas caucanos caminan en minga hacia Bogotá aguantando el crudo invierno que esta azotando hasta el estrato seis en Medellín, los buenos blancos de clase alta payanesa celebran el triunfo de su reina.
Comentarios
Más en Ibagué, no sé si es parte de su cultura, pero se ve mucha gente que no le importa sacar la bolsa de su basura a pesar de que el carro acaba de pesar, dejándola a merced de indigentes y perros callejeros que obviamente terminan derramando todo su contenido.
¿Cómo hacer para que esa actitud cambie?
Tocará poner alguna clase de multa para ello.