Como todos los años nuestras fiestas del folklore, dechado de virtud y cultura, de esa unión pacifica de las regiones a través de la expresión cultural, musical y folklórica se ve mancillada por la ignominia expuesta por los habitantes y visitantes de la ciudad musical de Colombia, que vergüenza ese desfile del folklore, donde una recua de inadaptados sociales han saltado a las calles a observar el transitar de las delegaciones y carrozas atacándolas, cual si fueran barra brava de cualquier equipo de medio pelo con monedas, bolsas de agua, espuma, latas de cerveza; que tristeza observar a las madres de familia alentando a los niños de 5 o 6 años a lanzarle espuma en la cara a las delegaciones. A los papás ebrios lanzando latas mostrándo un ejemplo de pobreza mental a sus vástagos, pretendiendo demostrar que las personas que se esfuerzan por hacer que las fiestas del folklore sean algo memorable en lo cultural, son solo una parvada de payasos puestos en las calles para divertimento público y por ende estos mancebos se consideran con el derecho tácito de agredirlos, gritarlos y hasta amenazarlos. Que pena ajena sentirme hijo de tremendo haragán como el que se vio a la altura de la calle 36 con quinta enganchado de la valla tratando lanzar espuma de un tarro exiguo de materia, con una gorra de camionero y la mirada perdida de lo alcoholizado a las apenas dos de la tarde, mientras su avergonzada señora trataba de evitar que le lanzara espuma en la cara a su propio hijo de brazos que se encontraba durmiendo a pleno rayo de sol en los brazos de su progenitora.
El paso de la calle 22 a la altura de la quinta fue una odisea monumental, si se quería ver gente bruta, ordinaria inculta y burda, ese era el lugar, la gaminada en pleno se apropio del lugar se lanzaron a la calle a no permitir paso, pelmazos de todas las edades se hicieron dueños de la vía a la fuerza, y de la manera más brutal agredieron a los participantes del desfile, que poco comprensible era para esta masa de gente ordinaria el captar que si se le lanza espuma en la cara a una persona es profundamente ofensivo, que pretenden que un desconocido sea tolerante ante tal falta de respeto por la dignidad humana excusándose estúpidamente en la frase “estamos en fiestas” como si fuera suficiente soporte para una conducta tan deforme, vergonzosa e indigna; pero de la misma forma es menester reconocer que dentro de las personas asistentes en estas calles se presentaros pequeños brotes de cultura al querer advertir a estos gañanes de pacotilla de su error, lastimosamente recibiendo su respectiva insultada cual esputo mental por parte de estos desadaptados cofrades de la ciudad de Ibagué.
Es que si se nota lo burdo de la prole, la gleba salió en pleno a disfrutar del desfile, los ladrones llamaron refuerzos y reservas, la intolerancia de la gente se manifestó a flor de piel, la poca cultura ciudadana se manifestó de nuevo en la esquina de la 39 con quinta baño publico de los borrachos que salen a las fiestas no mas que a gastarse la plata que no tienen en trago, creyendo que las fiestas del san juan y san pedro son una excusa para dejar salir al troglodita ramplón y asqueroso que lleva dentro.
Triste ver señoras enfurecidas porque les solicitaban no arrojar espuma a las delegaciones para que pudieran bailar, personas ofendidas porque los grupos les pedían permiso, borrachos insultando y agraviando a las reinas, que pena y que vergüenza da, decir que lastimosamente las fiestas no son malas, los malos son los asistentes, somos un pueblo bruto, ignorante, atorrante y mal dispuesto, la gleba en el anónimo es bruta, ordinaria y agresiva, definitivo no hay nada peor que una loca emborrascada, una boba enamorada y un atorrante con espuma.
Triste vernos como lo que somos, animales en lo embrutecido del trago, que concepción de cambio queremos si no somos sino lambiscones, carroñeros, chismosos, agresivos, ignorantes, intolerantes y para rematar no lo aceptamos.
El paso de la calle 22 a la altura de la quinta fue una odisea monumental, si se quería ver gente bruta, ordinaria inculta y burda, ese era el lugar, la gaminada en pleno se apropio del lugar se lanzaron a la calle a no permitir paso, pelmazos de todas las edades se hicieron dueños de la vía a la fuerza, y de la manera más brutal agredieron a los participantes del desfile, que poco comprensible era para esta masa de gente ordinaria el captar que si se le lanza espuma en la cara a una persona es profundamente ofensivo, que pretenden que un desconocido sea tolerante ante tal falta de respeto por la dignidad humana excusándose estúpidamente en la frase “estamos en fiestas” como si fuera suficiente soporte para una conducta tan deforme, vergonzosa e indigna; pero de la misma forma es menester reconocer que dentro de las personas asistentes en estas calles se presentaros pequeños brotes de cultura al querer advertir a estos gañanes de pacotilla de su error, lastimosamente recibiendo su respectiva insultada cual esputo mental por parte de estos desadaptados cofrades de la ciudad de Ibagué.
Es que si se nota lo burdo de la prole, la gleba salió en pleno a disfrutar del desfile, los ladrones llamaron refuerzos y reservas, la intolerancia de la gente se manifestó a flor de piel, la poca cultura ciudadana se manifestó de nuevo en la esquina de la 39 con quinta baño publico de los borrachos que salen a las fiestas no mas que a gastarse la plata que no tienen en trago, creyendo que las fiestas del san juan y san pedro son una excusa para dejar salir al troglodita ramplón y asqueroso que lleva dentro.
Triste ver señoras enfurecidas porque les solicitaban no arrojar espuma a las delegaciones para que pudieran bailar, personas ofendidas porque los grupos les pedían permiso, borrachos insultando y agraviando a las reinas, que pena y que vergüenza da, decir que lastimosamente las fiestas no son malas, los malos son los asistentes, somos un pueblo bruto, ignorante, atorrante y mal dispuesto, la gleba en el anónimo es bruta, ordinaria y agresiva, definitivo no hay nada peor que una loca emborrascada, una boba enamorada y un atorrante con espuma.
Triste vernos como lo que somos, animales en lo embrutecido del trago, que concepción de cambio queremos si no somos sino lambiscones, carroñeros, chismosos, agresivos, ignorantes, intolerantes y para rematar no lo aceptamos.
Comentarios
Aparte que por un buen tiempo no pudimos hacer nuestros bailes ni los musicos tocar, lloramos como si fueramos en un entierro y no en un desfile gracias a la famosisima espuma que no deja de ser mas que una formula de detergente barato.
Pero eso no es lo peor, al menos nosotros vivimos en Ibagué y lo esperariamos de una u otra forma, pero las delegaciones de aqui, que pena tan hp con ellos (pena ajena), y ademas no se ve una forma viable y efectiva para educarlos (y hacer que se eduquen).
la falta de cultura en ibague se vive en todos sus estratos sociales, la falta de organizacion y de informacion deja un sabor amargo en estas festividades...
Triste vernos como lo que somos, animales en lo embrutecido del trago, que concepción de cambio queremos si no somos sino lambiscones, carroñeros, chismosos, agresivos, ignorantes, intolerantes y para rematar no lo aceptamos".
Con todo respedo, no podemos generalizar a todos los habitantes de esta ciudad, que dia a dia se esfuerzan por aumentar sus niveles de cultura, por unos pocos desadaptados que todavia no entienden, ni mucho menos practican el respeto por las personas.
Sin importar si estamos o no en las fiestas del folklore, no debemos tolerar ni mucho menos aceptar estos comportamientos, pero tampoco podemos atacar de manera tan agresiva y tajante como lo están realizando en este articulo.
Sera que lograremos mucho, criticando y desprestigiando a todo un pueblo, es mas fácil criticar que ayudar a mejorar, sobre todo si cuando lo hacemos buscamos palabras rebuscadas, que hacen parte de nuestro idioma, pero no hacen parte del lenguaje coloquial de nuestro país,creyendo que con eso demostramos que somos cultos, e inteligentes.
Les recuerdo que la cultura la hace la gente, y es lo que nos identifica, debemos mejorarla, sin atacarla, creando espacios de tolerancia y de respeto.
Espero que en los días siguientes sean otras las percepciones que tengamos sobre nuestra cultura.